«Mi vida tuvo un giro rotundo cuando Dios me cruzó con la oportunidad de conocer a una de mis grandes Maestras Lida Arias. Un ser absolutamente hermoso, honesto, con un carácter impecable, que me llevó a reconocer que mi vida estaba basada en el hacer para tener, pero me había olvidado de lo más importante y para lo que vine a esta tierra que era SER. Con Lida aprendí que yo había venido a este mundo con un Propósito en la Vida y gracias a trabajar con ella durante varias sesiones pude descubrir cuál era y hoy puedo decir que Amo lo que hago, Vivo al servicio del Colectivo y la Abundancia económica me acompaña todos los días de mi vida, porque cuando pones tus dones al servicio de la humanidad, siempre vas a ser bendecido y prosperado».

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